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No dudes y actúa rápido - Guía de cómo tratar con un adicto en crisis

Enfrentar una crisis por adicción es una experiencia intensa que puede generar incertidumbre, miedo y estrés en quienes intentan ayudar. 

Actuar rápidamente, con un plan claro y bien informado, puede marcar una gran diferencia en la vida de la persona en crisis y en la relación con quienes lo apoyan. Este artículo te guiará paso a paso sobre cómo intervenir de manera efectiva en estas situaciones críticas.

 

Reconoce una crisis: Señales claras de alarma

Una crisis en una persona adicta puede presentarse de diversas formas: episodios de abstinencia severa, conductas autodestructivas o brotes emocionales extremos. 

Estas son algunas señales para identificar que estás frente a una situación crítica:

  • Cambios abruptos en el comportamiento: Ansiedad, agresividad o aislamiento repentino.
     
  • Problemas físicos graves: Sudoración excesiva, temblores, convulsiones o desmayos.
     
  • Expresiones de desesperanza: Comentarios como "no puedo más" o "quiero rendirme".

Es esencial actuar en cuanto notes estos síntomas, pero con calma y una estrategia clara.

 

Los cinco principios para intervenir en una crisis

Basado en las técnicas de primeros auxilios psicológicos, estos pasos pueden ayudarte a manejar la situación de forma efectiva y a minimizar el daño emocional y físico tanto para el afectado como para quienes lo rodean.

 

Escucha activa: Deja que se exprese

Haz contacto visual y escucha sin interrumpir. A veces, una persona en crisis necesita desahogar lo que siente antes de aceptar ayuda. Usa frases como:

  • "Estoy aquí para ti, dime cómo te sientes."
     
  • "Entiendo que esto es muy difícil; quiero ayudarte."

Evita juzgar o dar sermones en este momento. El objetivo es que la persona sienta que tiene apoyo.

 

Validación emocional: Reconoce su dolor

No minimices sus sentimientos, aunque te parezcan exagerados. Frases como:

  • "Es comprensible que te sientas así"
     
  • "Esto es mucho para cualquiera; es normal sentirse abrumado"

    ayudan a transmitir empatía y calmar la situación.

 

Respeta sus tiempos y emociones

Permite que procese lo que está ocurriendo. Algunas personas tardan en abrirse. Sé paciente y, si hay silencios incómodos, respétalos sin presión.

 

Crea un ambiente seguro

Elimina objetos que puedan ser peligrosos en un episodio impulsivo y crea un espacio tranquilo. Usa un tono de voz bajo y cálido para evitar que la persona se sienta atacada.

 

Brinda información clara y confiable

Si decides sugerirle ayuda profesional o técnicas de relajación, hazlo con firmeza pero sin imposición. Por ejemplo:

  • "Sé de un especialista que puede ayudarte, puedo acompañarte."
     
  • "Conozco algunos ejercicios de respiración que podrían calmarte ahora mismo."

 

Evita errores comunes al intervenir

Al actuar con buena intención, es fácil caer en prácticas que, sin querer, empeoran la crisis. Evita lo siguiente:

  • Presionar o forzar: Frases como "tienes que cambiar ya" pueden generar más resistencia.
     
  • Amenazar o culpar: Esto solo aumenta la carga emocional y los sentimientos de rechazo.
     
  • Subestimar la gravedad: Pensar que "es solo una fase" puede retrasar intervenciones cruciales.

 

Potencia sus recursos para enfrentar la crisis

Ayuda a la persona a recordar momentos en los que logró manejar situaciones difíciles. Pregunta:

  • "¿Qué has hecho antes que te ayudó a salir de un mal momento?"
     
  • "¿Quiénes en tu vida te han apoyado antes y podrían hacerlo ahora?"

Este enfoque fortalece su autoconfianza y le permite visualizar posibles soluciones.

 

Busca apoyo profesional y establece un plan

Aunque tu apoyo es fundamental, enfrentar una adicción requiere ayuda especializada. Contactar a terapeutas, grupos de apoyo o clínicas de rehabilitación es crucial para abordar el problema a largo plazo. 

En nuestra clínica siempre destacamos la importancia de involucrar a toda la familia en el proceso de recuperación.

Sugerimos a los familiares que se formen sobre el tema de las adicciones para comprender mejor las raíces del problema y aprender a manejarlo con herramientas efectivas.

 

Prepárate emocionalmente: Cuida de ti mismo

Apoyar a alguien en crisis puede ser agotador emocionalmente. Busca tu propia red de apoyo y, si es necesario, acude a terapia. Solo puedes ayudar si estás bien contigo mismo.

 

La acción rápida salva vidas

Cuando enfrentas una crisis de adicción, dudar puede costar caro. Actuar con empatía, calma y un enfoque basado en técnicas comprobadas no solo ayuda a la persona afectada, sino que también fortalece tu relación con ella. 

Este no es un camino fácil, pero con las herramientas adecuadas, es posible marcar una diferencia real y duradera.