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Sexualidad y Relaciones Íntimas en Rehabilitación: Pasos Hacia una Vida Amorosa Saludable

Tras un periodo de dependencia a drogas o alcohol, el deseo sexual y la capacidad de disfrutar plenamente suelen verse muy afectado, y retomar la vida sexual puede ser una experiencia confusa y podemos sentir grandes miedos por los cambios que tuvieron efecto en la adicción, pero hoy queremos desmitificar eso y disipar los temores.

La etapa recuperación brinda una oportunidad para redescubrir el placer de una manera más saludable y profunda con tu pareja. La clave es comprender que el camino de vuelta a una vida sexual plena no es inmediato, y que se pueden necesitar ajustes y paciencia tanto por parte de la persona en recuperación como de su pareja. 

Hoy queremos explorar en nuestro artículo cómo recuperar la intimidad, superar los desafíos de pareja y construir una nueva etapa para nuestra relación.

 

Reconstruir la Intimidad: Un Proceso Gradual

 

Es normal que, después de una adicción, la relación sexual con la pareja se sienta diferente. 

Las adicciones alteran la percepción y la capacidad de disfrute, y pueden haber generado en la persona una dependencia psicológica de las sustancias para sentirse excitada o conectada sexualmente.

 Este primer paso consiste en aceptar que la intimidad será un proceso que llevará tiempo y en el que ambos deberán ser pacientes.

Para reconstruir esta conexión, es esencial comunicarse de forma abierta con la pareja. Expresar las inquietudes y las expectativas permite que ambos comprendan sus necesidades y posibles temores. 

Comenzar poco a poco, priorizando el contacto físico y emocional antes de la relación sexual, ayuda a eliminar las presiones y a recuperar la comodidad en la intimidad. La cercanía puede ir surgiendo de forma natural cuando se redescubre el placer de estar juntos, sin prisas ni expectativas rígidas.

 

Superar la Dependencia en las Sustancias para la Excitación

 

Las personas en recuperación a menudo mencionan que, al principio, sienten que el deseo sexual o el placer es menor. Esto ocurre porque, durante la adicción, el cerebro se acostumbró a asociar el consumo con las sensaciones de placer y euforia, dejando la actividad sexual sin estímulos adicionales. 

Durante la rehabilitación el cuerpo necesita volver a recibir el estimulo sexual sin estar asociado al consumo de drogas o otros estímulos químicos. ¿A que parece complicado? Realmente es un proceso muy natural, vamos a repasar:

Para esto, podemos ayudarnos al explorar nuevas maneras de excitarse y conectar, centrando la atención en los sentidos y en el momento presente. Practicar el “mindfulness” puede ser de gran ayuda: en vez de apresurarse se puede disfrutar de todas las etapas de la relación, como tal vez nunca habían experimentado.

Podemos usar el ambiente a nuestro favor, explorar con nuestra pareja nuevos espacios del hogar, juegos, música y ambientación que nos ayuden a crear un climax más favorable.

 


Recuperar el Deseo y la Sensibilidad

 

Tras la adicción, es común que el deseo o la respuesta sexual esté disminuida. Esto es especialmente frecuente en personas que consumían sustancias para aumentar la libido, como el alcohol, la cocaína o el speed. La rehabilitación del deseo sexual puede requerir tiempo, y la clave está en ser paciente y evitar forzarse a tener relaciones antes de sentirse preparado.

La práctica de la sensualidad, como masajes, abrazos largos y cualquier contacto que no necesariamente implique el acto sexual, ayuda a reactivar el deseo sin presiones. Con el tiempo, y a medida que se adquiere mayor seguridad en la vida sin adicciones, el deseo suele regresar de forma más natural y estable. 

La pareja también puede apoyar en este proceso mostrándose comprensiva y sin presionar, lo cual genera un ambiente seguro para explorar nuevamente el deseo y la sensibilidad.

 

Trabajar en la Autoconfianza y la Imagen Corporal

 

Las adicciones pueden afectar la percepción de uno mismo y la autoconfianza, y esto impacta directamente en la manera en que se vive la sexualidad. La rehabilitación ofrece una oportunidad única para redescubrir el cuerpo y para reconectar con el propio valor y atractivo personal, sin depender de sustancias.

Actividades como el ejercicio, la meditación y la práctica de afirmaciones positivas ayudan a mejorar la autoestima y a fortalecer la relación con el propio cuerpo. 

A medida que se recupera la confianza, resulta más fácil disfrutar de la intimidad sin la presión de sentirse “perfecto”. La autocompasión también es clave: darse el permiso de redescubrir la sexualidad paso a paso permite que uno se sienta menos vulnerable y más abierto a conectar con la pareja.

 

Establecer Límites y Expresar las Necesidades con Claridad

 

Un elemento importante en la recuperación es aprender a establecer límites y comunicar las necesidades personales. Esto es especialmente relevante en la vida sexual, donde pueden surgir inseguridades o temores. Hablar abiertamente con la pareja sobre los límites y preferencias ayuda a ambos a sentirse más cómodos y respetados.

Además, la pareja puede desempeñar un papel de apoyo si comprende las dificultades del proceso de recuperación. Por ejemplo, es posible que, al principio, la persona en rehabilitación necesite más tiempo o prefiera evitar ciertas prácticas que recuerden momentos de consumo. 

El entendimiento y el respeto mutuo fortalecen la relación y fomentan un entorno de confianza que facilita el disfrute sexual sin recurrir a las sustancias.

Uno de los mayores desafíos tras la rehabilitación es superar la idea de “rendimiento” en la vida sexual. En lugar de preocuparse por alcanzar ciertos estándares, es importante aprender a disfrutar del momento sin la presión de cumplir expectativas. 

Este cambio de perspectiva permite que el placer sea el centro de la experiencia, sin importar el resultado.

Con la práctica, es posible reconectar con el placer sin presiones, explorando nuevas formas de disfrutar y descubriendo qué es lo que funciona mejor en la nueva etapa. La pareja también puede ayudar recordando que la intimidad no se trata solo de “lograr” algo, sino de disfrutar de la compañía y de fortalecer la conexión emocional.

 

Buscar Apoyo Profesional si es Necesario

 

Para muchas personas en recuperación, el apoyo de un profesional puede ser fundamental en este proceso de retomar la vida sexual. Terapias especializadas, como la terapia sexual o de pareja, pueden ofrecer herramientas específicas para resolver los problemas que surgen tras una adicción.

Estos profesionales ayudan a trabajar en los aspectos emocionales, en la autoconfianza y en la superación de los patrones de dependencia, lo cual permite que la recuperación sea más completa y satisfactoria. Además, en un espacio de confianza, tanto la persona en recuperación como su pareja pueden expresar sus preocupaciones y recibir orientación para fortalecer su relación.

 

Redescubriendo la Intimidad con Paciencia y Amor

 

Retomar la vida sexual es muy complejo y debemos avanzar poco a poco, pero tenemos que tener mucha mente abierta a redescubrir muchas cosas sobre nosotros mismos y nuestra pareja, es normal sentir miedos e inseguridades, como todo en la vida el cambio genera incertidumbre pero es necesario si queremos avanzar en nuestra relación.

Te recomendamos mucho el dialogo, hablar abiertamente de lo que sientes, tus inseguridades, deseos y temores con tu pareja y las de ella para poder tener relaciones mucho mas placenteras.