Volver a: Inicio > Noticias

¿Cómo empezar a cambiar la forma en que percibes tus logros mientras consideras unirte a un programa de recuperación?

A menudo existe una brecha entre la persona que somos y la que queremos ser. Nos enfrentamos a metas enormes que nos parecen inalcanzables y, al mismo tiempo, nos frustramos por no sentirnos lo suficientemente capaces. 

Este sentimiento de insatisfacción puede volverse más complejo cuando estás considerando unirte a un programa de recuperación. Comprender por qué nos cuesta tanto cambiar y empezar con pequeños pasos puede transformar tu percepción de lo que es posible.

 

¿Por qué es tan difícil cambiar?

El cerebro funciona como una jungla densa y frondosa. Cada decisión, cada acción, crea un sendero en esta jungla. Cuanto más repetimos una acción, más fácil se vuelve recorrer ese camino. 

Con el tiempo, lo que empezó como un sendero improvisado se convierte en una autopista cómoda y familiar. Este proceso es lo que convierte nuestras rutinas en hábitos, y también explica por qué es tan difícil salir de ellos, especialmente si han sido parte de tu vida durante años.

Cuando decides cambiar, estás abriendo un nuevo camino en esa jungla. Al principio, resulta agotador y cuesta mucho esfuerzo, pero cada vez que caminas por ese nuevo sendero, lo haces más transitable. 

Al final, este camino puede convertirse en tu nueva autopista, una que te lleve a donde realmente quieres estar.

 

De las rutinas a los hábitos: Construyendo nuevos caminos

Las rutinas son como un sabio planificador que organiza tu vida con lógica y estrategia. Sin embargo, los hábitos son como un niño impulsivo que prefiere lo fácil y lo cómodo. 

Cuando miras el celular y automáticamente desbloqueas la pantalla, o compras un café y pides una galleta aunque no tengas hambre, es el niño el que está al mando. Para cambiar, necesitamos que el sabio planificador y el niño trabajen juntos.

Por ejemplo, si quieres empezar a celebrar tus logros, comienza con una rutina específica y pequeña. Podrías escribir una cosa positiva que hayas logrado cada día, algo tan concreto como "hoy fui honesto conmigo mismo sobre cómo me sentía". 

Usa un detonador que active esta acción, como el momento en que apagas el despertador o justo antes de dormir.

Con el tiempo, esta rutina puede transformarse en un hábito automático que cambie cómo percibes tu progreso.

 

Los pequeños pasos son más poderosos de lo que crees

No necesitas empezar con cambios enormes. A menudo, lo mejor es concentrarse en lo pequeño. Mejora un poco hoy, porque incluso eso, después de meses y años, puede marcar una gran diferencia. Recuerda: no se trata de transformar toda tu vida de golpe, sino de mover la aguja hacia la dirección correcta.

Por ejemplo, si el objetivo es mantenerte sobrio durante el día, empieza por enfocarte en las primeras horas de la mañana. Si logras superar esa primera etapa, celébralo. Ese sentimiento de logro se convierte en una semilla para cultivar un nuevo hábito.

 

Reconoce y celebra tus logros, por pequeños que sean

Uno de los mayores errores es pensar que los logros pequeños no cuentan. En realidad, son la base de todo cambio significativo. Cada vez que eliges un camino diferente al de tus viejos hábitos, estás construyendo algo nuevo. 

Imagina que estás aprendiendo a hacer algo tan sencillo como "diez sentadillas por la mañana" para cuidar tu cuerpo. Puede parecer trivial, pero cada repetición fortalece tu confianza en ti mismo.

Lo mismo ocurre con el proceso de recuperación. Si logras asistir a tu primera reunión grupal o compartir cómo te sientes por primera vez, esos son logros que merecen ser celebrados. Esas pequeñas victorias son las que eventualmente convierten tus nuevos senderos en autopistas.

 

Haz que el cambio sea más fácil y placentero

Para que una nueva acción se convierta en hábito, tiene que parecer sencilla y ser, en lo posible, gratificante. No necesitas recompensarte con algo enorme; a veces, pequeñas acciones, como escuchar tu canción favorita mientras haces algo difícil, pueden hacer que la tarea sea más llevadera.

También puedes transformar tu entorno para que favorezca el cambio. 

Coloca notas motivadoras en lugares visibles, guarda tu ropa deportiva donde puedas verla si quieres hacer ejercicio, o lleva un diario donde registres tus logros para recordarte el progreso que has hecho.

 

El cambio es un proceso, no un destino

Es normal que al principio sientas que estás avanzando lentamente, pero lo importante es seguir caminando. Como dice el archivo: "Ser una pizca más saludable o culto es un millón de veces mejor que ser infeliz por algo y no cambiar nada." 

Este no es un camino fácil, pero es posible. Cada pequeño esfuerzo cuenta y suma en tu proceso de transformación personal.

Si estás buscando más recursos para iniciar este cambio y apoyar tu recuperación, te recomendamos seguir explorando nuestra web, muchomejorsin.com, donde encontrarás herramientas y apoyo para dar el siguiente paso hacia una vida más plena y satisfactoria. Y agendar sesiones de terapia y programas de apoyo.