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Lo Que Nadie Te Dice Sobre los Psiquiatras de Adicciones

Cuando pensamos en adicciones, solemos imaginarnos a alguien que ha perdido el control de su vida, alguien atrapado en una espiral de autodestrucción. 

Lo que rara vez nos preguntamos es: ¿por qué sucede esto? ¿Por qué una persona sigue consumiendo incluso cuando sabe que le está haciendo daño?

Aquí es donde entra en juego la neurociencia. Las adicciones no son una cuestión de moralidad o falta de voluntad.

Son un cambio en la química del cerebro, un sistema que, sin darnos cuenta, nos impulsa a repetir una conducta porque ha sido registrada como "necesaria para sobrevivir". Y ahí es donde los psiquiatras especialistas en adicciones tienen un papel clave.

 

No Se Trata Solo de Dejarlo

El psiquiatra de adicciones no está ahí solo para decirte que dejes la sustancia. 

Si todo fuera tan simple como decir "basta", nadie recaería. Lo que hacen estos especialistas es ayudar a reprogramar el cerebro, porque la dependencia no es solo física, es también una costumbre, un hábito automático que toma el control sin que te des cuenta.

Muchos pacientes dicen lo mismo:

"No quiero hacerlo, pero lo hago."

Y es cierto. La adicción secuestra la capacidad de decisión. 

Lo que antes era un acto voluntario, con el tiempo se convierte en una necesidad biológica. Por eso, el psiquiatra no solo trata el síndrome de abstinencia, sino que trabaja con el paciente para reconstruir las conexiones cerebrales dañadas y recuperar la autonomía sobre su propia vida.

 

Más Allá de la Medicina

Sí, un psiquiatra puede recetar medicamentos. Y sí, estos pueden ayudar. Pero su trabajo no termina ahí.

También son terapeutas, guías, y en muchos casos, el primer punto de apoyo para alguien que ha perdido todo.

Porque la adicción no es solo una cuestión de química. También está el miedo, la culpa, la vergüenza. 

¿Cómo pedir ayuda cuando el mundo te señala como alguien "débil"? Ahí es donde el psiquiatra se convierte en una pieza clave: no solo trata el cuerpo, sino que también ayuda a sanar la mente.

 

Romper el Estigma, Pedir Ayuda

Es fácil juzgar desde fuera. Es fácil decir "si realmente quisiera, lo dejaría". Pero el cerebro no funciona así. No podemos pedirle a una persona con depresión que "se anime" ni a una persona con ansiedad que "se relaje". 

Tampoco podemos decirle a alguien con una adicción que "solo deje de hacerlo".

Si entendemos esto, cambia la perspectiva. La adicción no es un vicio, es una enfermedad. Y como toda enfermedad, tiene tratamiento. 

Pedir ayuda no es un acto de debilidad, es un paso hacia la recuperación.